jueves, 30 de noviembre de 2017

Podríamos decir que las Asics Gel Nimbus 20 celebran su vigésimo cumpleaños vistiéndose de gala porque mantienen intactas la suela y la mediasuela que tantos cambios introdujeron en sus predecesoras y modifican sólo el upper.
Viendo el nivel que alcanzaron en las Asics Gel Nimbus 19 y cómo han rendido esto es una gran noticia para los corredores neutros de pesos medios o altos que gustan de las zapatillas de entrenamiento rodadoras y muy amortiguadas, sobre todo para aquellos que sean habituales de la saga Asics Gel Nimbus, una de las zapatillas más vendidas no sólo de ASICS, sino de todo el mercado de zapatillas running, porque son un valor seguro, unas de ésas que no suelen fallar nunca y que cubren un amplio abanico de perfiles de uso.


Las Asics Gel Nimbus 20 al detalle:

Los cambios introducidos en la suela y mediasuela de las Asics Gel Nimbus 18 fueron muy grandes y,  aunque de lo que más se hablaba era de la inclusión del FlyteFoam, compuesto estrella de ASICS, tal como os comentó Jónatan Simón en la review de las Asics Gel Nimbus 19, el quid de la cuestión y la magia residía en el gran equilibrio alcanzado por los tres compuestos (SpEVA, FlyteFoam y Convergence Gel) sin olvidar lo bien que trabajaban con el resto del conjunto: Guidance Line, Adapt Truss, etc.

Las Asics Gel Nimbus 20 ofrecen, por tanto, una gran cantidad de amortiguación, blandita y con mucho recorrido pero con la ventaja de que no se vuelven inestables sino más bien al contrario y, gracias a su buen chasis son perfectas como zapatillas para plantillas.
Mantienen el drop de 10 milímetros que resultan de unas alturas de 31 milímetros en talón y 21 milímetros en antepié y, como también es habitual en la saga, el modelo de chica tiene un poco más de drop, yéndose hasta los 13 milímetros, debidos a los 32 milímetros en talón y 19 milímetros en antepié. Son unas zapatillas que disfrutan más los talonadores, sin duda. Y chapó por las marcas que desarrollan modelos realmente específicos para mujer.


La suela es quizá la parte menos llamativa de las Asics Gel Nimbus 20 pero es que, para qué tocar algo que ya rendía como nunca antes. Esto se debe no sólo al diseño, sino también al uso de unos compuestos que, con una dureza ligeramente inferior a lo habitual, le confieren un agarre muy bueno.

Los compuestos son los clásicos, AHAR+ en las zonas donde se requiere una mayor resistencia y DuraSponge donde hay que primar el agarre y la tracción. Pero tanta o más responsabilidad corre a cargo del trabajo concienzudo en el diseño del taqueado con detalles como los taquitos que se ven en la parte central del antepié, que dan mucho grip en la mayoría de las superficies y condiciones.

El trabajo de las ranuras de flexión, tanto las transversales como la longitudinal de la Guidance Line, combinan a la perfección con la pieza de TPU del mediopié y consiguen un equilibrio muy bueno entre flexión y resistencia a la torsión que, además de darle ese toque de estabilidad, permiten que no se perciban excesivamente rígidas o toscas.
Pero es en el upper donde le vemos el sentido a las nuevas Asics Gel Nimbus 20 porque demuestra el afán que está poniendo ASICS últimamente para conseguir unos upper más frescos, amables, agradables, adaptables… ¡y vaya si lo está consiguiendo!

Que no os engañe el vistazo rápido porque, si lo analizáis en detalle, rápidamente empiezan a salir a la luz los cambios de esta vigésima versión.
La rejilla es más suave y abierta (Gradient Jacquard Mesh lo denominan), la ojetera se ha rediseñado por completo emparejando los ojales dos a dos o modificando el contrafuerte externo que, como os hemos comentado en otras reviews, está inspirado en el de las Asics MetaRun.


Estaba claro que muchas de las novedades de las Asics Metarun (por ejemplo, el Metaclutchdel contrafuerte, el Adapt Truss del mediopié, etc.) se irían aplicando progresivamente en los modelos tope de gama de la marca, bien en estas Asics Gel Nimbus 20 o en las Asics Gel Kayano 24, modelos que además hacen gala de unos materiales y acabados crème de la crème.

En cuanto al peso, 306 gramos le declaran, por lo que mantienen más o menos el peso respecto a sus predecesoras y que, sin ser una de sus características más destacables, ya no es posible criticarlas en este aspecto como antaño, cuando las Asics Nimbus pecaban un poco de gorditas.


Y parafraseando a los presentadores de cierto concurso de televisión, “hasta aquí puedo leer”. Pero no os preocupéis porque no tardaremos mucho en poner a vuestra disposición la correspondiente prueba a fondo de las Asics Gel Nimbus 20, unas de las zapatillas que más fans tienen.

Artículo escrito por Rodrigo Borrego para https://www.foroatletismo.com/zapatillas/asics-gel-nimbus-20/


lunes, 20 de marzo de 2017

La polémica envuelve las zapatillas del maratón de dos horas
La placa de fibra de carbono en la mediasuela de las Nike dispara las especulaciones sobre la frontera del dopaje tecnológico.


 Dennis Kimetto 2:02:57

“Tienen que ser las zapatillas”, se gritaba en el anuncio que Spike Lee rodó para Nike para vender las Air Jordan. Era un lema irónico, por supuesto: todo el mundo sabía que solo Michael Jordan podía dar esos saltos y mantenerse suspendido mágicamente en el aire, calzara las zapatillas que calzara, las suelas con cámara de aire o lo que fuera. “Tienen que ser las zapatillas”, anuncian 30 años más tarde los ejecutivos de Nike, y no hay ni sombra de ironía en su declaración: han inventado un calzado atómico para que un atleta baje de las dos horas en el maratón, el nuevo grial del deporte.

Entre el récord actual de maratón (2h 2m 57s) y el objetivo (1h 59m 59s) hay 178s, un salto del 3%. Nunca en la historia se ha bajado tanto de golpe el récord del maratón, pero nunca antes había anunciado un fabricante como Nike unas zapatillas que permiten reducir un 4% el gasto energético necesario para correr. Si la proclamación, basada en análisis de laboratorio, se puede corroborar en la práctica, lo que dudan fisiólogos y biomecánicos, los atletas elegidos para la hazaña, Kenenisa Bekele o Eliud Kipchoge, capaces de correr ahora en 2h y 3m, tienen ya las dos horas en sus piernas. A su lado, palidece el 1% de ventaja que prometen las nuevas zapatillas de Adidas, la marca que compite por el maratón en menos de dos horas y que anuncia una suela cargada de una espuma especial que devuelve la mayor parte de la energía que el atleta deposita en la pisada.

La polémica envuelve las zapatillas del maratón de dos horas El gran reto de 2017: el maratón en menos de 2 horas
El proyecto de Nike intentará bajar de las dos horas en la maratón en Monza
Aparte de su peso, inferior a 200 gramos, su forma aerodinámica y su inclinación hacia adelante, el secreto y la polémica de la zapatilla Nike, bautizada Vaporfly Elite, están en la mediasuela y tienen la forma acucharada de una delgadísima y rígida placa de fibra de carbono incrustada en la goma. “Correr con estas zapatillas será como correr cuesta abajo, no se podrá correr despacio”, anuncian los investigadores que inventaron el producto, cuya versión más sofisticada estrenará en mayo Kipchoge, el atleta líder del proyecto, en el circuito de Monza. En el mercado costará 250 dólares.

Nada más conocerse el truco, comenzaron a levantarse voces poniendo en duda la legalidad de las placas y de su efecto muelle o catapulta. La federación internacional de atletismo (IAAF), el organismo que debe aprobar todos los materiales, ya ha anunciado que estudiará el caso y la redacción del artículo que las regula y que prohíbe cualquier “ventaja injusta”. De fibra de carbono con efecto muelle eran las cuchillas polémicas que le permitieron a Oscar Pistorius correr con piernas artificiales contra atletas todo de carne y 

hueso.

El calzado cuenta más que el atleta

 

Nike. Son las zapatillas más polémicas por el efecto catapulta que proporciona la inclinación de su suela y, sobre todo, por la placa de fibra de carbono rígida incrustada en la mediasuela que, según sus inventores, proporciona un ahorro energético del 4%. Se llaman VaporFly Elite. Un modelo similar valdrá 250 euros en las tiendas.

 

Adidas. Las ventajas que anuncia el fabricante alemán son inferiores a las de Nike. La suela de las Adizero sub2 está rellena de una llamada espuma explosiva que proporciona un ahorro del 1%. La marca aún no ha anunciado el atleta que las calzará para intentar bajar de dos horas.

El deporte, un mundo conservador y nostálgico que se aferra a la tradición como esencia de la leyenda que le alimenta, denuncia como escandalosa cualquier novedad tecnológica. Y a veces tiene razón. No la tuvo, y perdió la batalla con los bañadores de cuerpo entero que permitieron hace una década que todos los récords de natación quedaran anticuados. La tuvo, pese a la desesperación de los que ven en el deporte un arte aparte de una demostración de proeza física, el cambio de las raquetas de madera a las metálicas (ahora de fibra de carbono y otros materiales sintéticos), que permitieron una expansión y un desarrollo tremendo del tenis. Algo similar ocurrió hace 25 años con la llegada al golf de los drives metálicos. Los artistas se agarraron a las maderas de toda la vida y a su punto dulce y a su capacidad para interpretarlo, y despreciaron una novedad que, decían, permitiría jugar al golf a un orangután. La afición agradeció las nuevas distancias del golf, y los jugadores se rindieron.

 
Stepanov y Puma

Las zapatillas de Nike, en todo caso, recuerdan más a casos pasados en el propio atletismo. En 1957, el saltador soviético Yuri Stepanov saltó 2,16m, una altura que privaba a Estados Unidos de un récord mundial que detentaba desde hacía 44 años. Pronto se descubrió que la zapatilla del saltador tenía una suela de un grosor de cinco centímetros, exagerado. En 1960 las prohibió la IAAF. Stepanov, una víctima de la guerra fría, no superó la depresión y se suicidó en 1963.

En 1968, él tartán cubrió de superficie sintética las pistas de atletismo. Puma inventó para los Juegos de México unas zapatillas que en lugar de los seis clavos habituales, que se frenaban en el tartán, tenían 68 puntitas colocadas en la suela como si fueran púas de un cepillo. Tommie Smith las usó y ganó los 200m. Poco después, Adidas logró que se prohibieran.

La noción de ventaja injusta o de dopaje tecnológico más que en los laboratorios se ha fijado en los despachos. Así se resolverá el caso de las mediasuelas de las zapatillas mágicas de Nike. La frontera del dopaje tecnológico, una línea tan borrosa como la que delimita el marketing de la ciencia, puede volver a cambiar.